En un lugar aislado de la antigua Yugoslavia, en plena madrugada,
una fuerte tormenta de nieve obstaculiza la línea férrea por donde
circula el Orient Express. Procedente de la exótica Estambul,
en él viaja el detective Hércules Poirot, que repentinamente se
topa con uno de los casos más desconcertantes de su carrera: en el
compartimiento vecino, Samuel E. Ratchett ha sido asesinado mientras
dormía, pese a que ningún indicio trasluce un móvil concreto. Poirot
aprovechará la situación para indagar entre los ocupantes del vagón,
que a todas luces deberían ser los únicos posibles autores del crimen.
Una víctima, doce sospechosos y una mente privilegiada en busca de la verdad.